viernes, 29 de octubre de 2010

¿Cree que el mundo es un lugar más seguro hoy que durante la guerra fría?


Para abordar esta cuestión hace falta, en primer lugar, hacerse una serie de preguntas para encuadrar el lugar que vamos a analizar. Por ejemplo: ¿Se refiere la cuestión a seguridad en el sentido amplio del término? ¿O se refiere al sentido de confrontación armada? Otra cuestión es si pueden estar todas las regiones del planeta seguras al mismo tiempo, es decir, si es posible una paz mundial que probablemente no se haya dado desde la cristalización de las civilizaciones, probablemente nunca.
Intentando contestar a la cuestión planteada vamos a focalizar nuestra perspectiva en occidente. La principal hipótesis que vamos a analizar a continuación para intentar verificarla o desecharla es que probablemente el mundo sea más inestable, ya que en la actualidad no hablamos de dos potencias sino de una multitud de países que, aunque parecen no tener realmente un peso político o económico, si que poseen una tecnología militar a tener en cuenta.
Sin embargo, esa inestabilidad comparte protagonismo con una segunda hipótesis: el mundo es más seguro. Esta reflexión se basa en las relaciones entre potencias, es decir, EE.UU., Japón, China, Rusia o Europa mantienen constantemente relaciones de intereses, intercambios de recursos y sobretodo coinciden en que la guerra entre potencias no debe ser mediante el conflicto armado. Estos países son conscientes de que una posible guerra a nivel mundial no es más que un impedimento para el desarrollo de su potencial y su lucha por la supremacía. Es por ello por lo que la guerra se ha traspasado al ámbito meramente económico. La supremacía mundial, tan ambicionada, tiene camino muy claro: dominar los mercados.
Para cerciorarnos de un modo más claro de la cuestión a abordar debemos también comparar los dos momentos de la historia: La Guerra Fría y la Actualidad o pasado reciente que consideraremos a partir de 1989, aunque profundizaremos sobre todo a partir de 2001 con el cambio en el nuevo orden mundial.

Salvo en los últimos años, es cierto que el sistema de dos bloques fue el más peligroso para la humanidad. Con el desarrollo de la energía atómica se llegó a la posibilidad de ser capaces de destruir el planeta. El cenit de la tensión entre bloques fue el suceso de “la crisis de los misiles” en 1962 durante la presidencia de J.F.Kennedy. Era la primera ocasión en la que EE.UU. veía amenazado su territorio en su corta etapa como imperio. De haber sucedido el conflicto armado habría sido un golpe brutal a todo el sistema occidental, y probablemente al socialismo mediante una inevitable represalia. Nunca sabremos qué habría ocurrido de haber pasado, lo que sí que es cierto es que durante la década de los sesenta la amenaza de una tercera guerra mundial basada en la luchar por implantar dos sistemas económicos era constante.
A partir de la década de los noventa podemos considerar que el mundo pasa a ser unipolar, es decir, con la caída de la Unión Soviética, el dominio económico, político y militar del mundo pertenece a Estados Unidos . Este hecho, evidentemente, no se produce de un día para otro. Durante los últimos años de la URSS era palpable el declive paulatino del bloque socialista y de los países que estaban alineados. La Unión Soviética no podía hacer frente al nuevo modelo occidental: el estado del bienestar, que se trataba de un sistema mucho más suculento para el individuo que la opción socialista basada en el partido.

Estados Unidos pasa a controlar el mundo sin rival alguno: China se encuentra en un proceso de expansión pero sigue siendo un país desarrollado, Japón se encuentra paralizado desde la década de los ochenta, la Unión Europea se encuentra en un proceso de reestructuración absorbiendo a los restos de la URSS y los países más pobres del continente y Rusia esta arruinada en el nuevo sistema económico que ha de acatar. Probablemente es esa década la más segura del mundo, donde no existen conflictos entre potencias básicamente porque solo existe una potencia en la práctica.

Es en 2001 cuando la visión de la unipolaridad cambia a una perspectiva denominada multipolar. El hecho destacable lo encontramos en el atentado conocido como 11-S. El día 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos era atacado en su territorio por primera vez en su historia. Se trataba de un ataque que se ha denominado posteriormente como hiperterrorismo. Es violencia no ligada a estados, sino a grupos de presión de tendencia fundamentalista, aunque con aspiraciones económicas. El terrorismo en el mundo representa una nueva amenaza que comenzó con fuerza en los ochenta y se incrementado debido a la financiación económica de distinta procedencia.

En otro orden de cosas, la invasión a Iraq y Afganistán por parte de Estados Unidos incita a pensar en cierto paralelismo con el Vietnam de los sesenta y setenta. Ambas fueron y son guerras enquistadas, tuvieron la desaprobación de un importante sector de la opinión pública y está claro que ahora mismo la cuestión en Iraq no es si EE.UU. ganará la guerra, la verdadera pregunta es que cuando retirará sus tropas.

Con Iraq el prestigio de Estados Unidos cae, y con él la imagen de supremacía militar. Para colmo, China asciende vertiginosamente en el entramado económico y entra en competencia directa con occidente. De hecho se producen los primeros choques como la venta de armas por parte de Estados Unidos a Taiwán, la trama de espionaje sobre la compañía Google ligada al gobierno chino o el apoyo estadounidense al Tíbet, en conflicto con China.

Por su parte, Rusia se ha recuperado económicamente y vuelve a ser considerada como una potencia en alza. También ha tenido conflictos en los últimos años con Estados Unidos acusando a la administración Bush de un “uso desmedido de la fuerza para afrontar los conflictos del planeta” y sosteniendo que “EEUU ha sobrepasado todos los límites, de tal forma que nadie se siente seguro porque nadie puede hallar amparo bajo las leyes internacionales. Y eso es muy peligroso” según palabras del ex presidente Vladimir Putin

En conclusión, afirmaremos que el mundo durante la Guerra Fría era más extremado en el sentido de que las ideologías eran totalmente opuestas. Sin embargo, en la actualidad potencias como China o Rusia caminan en dirección al liberalismo y hacia una ideología que se aproxima a occidente, eso sí a un ritmo lento aunque progresivo. Probablemente exista una cierta inestabilidad con la proliferación de tecnología nuclear militar en manos de terceros países o con el terrorismo, pese a esto, el mundo es más seguro en el sentido de que las principales potencias actuales no ven factible ni útil una guerra global, sino que su batalla se encamina más hacia lo económico.


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