martes, 7 de diciembre de 2010

¿Hasta qué punto es cierta la leyenda del tamborilero del Bruch?


A) Plan de investigación

En primer lugar, el Bruch es un municipio de la provincia de Barcelona y está situado a cuarenta y siete Kilómetros de ésta. Cerca de sus calles tuvieron lugar varios acontecimientos relacionados con la Guerra de la Independencia que enfrentó a España y Francia. Se desarrollaron varias batallas conocidas como la Batalla de Bruch durante 1808.

En éstos momentos es cuando surge la figura del tamborilero o timbaler del Bruch. Se trata de un joven cuya pronta edad no le permitió levantarse en armas, junto a sus paisanos, contra el enemigo francés. Éste hecho debió ser frustrante para el chico quien se sumó a la defensa de su pueblo de una manera más ingeniosa, cogió su tambor y con la ayuda del eco de las montañas consiguió crear una ilusión: El ejército francés creyó que se trataba de un número de combatientes mucho mayor del que en realidad se trataba.

¿Pero esta historia en realidad es cierta o mera leyenda? Habremos de comparar las fuentes y estudiar si realmente ocurrió tal hazaña o si con el paso del tiempo ha sido enaltecida, si fue un único joven o realmente tuvo el apoyo de una población enfurecida que buscaba la defensa de su casa.

También estudiaremos los posibles factores que pudieron influir en la derrota francesa intentando dar una visión objetiva mostrando diversas versiones de las batallas acontecidas en el Bruch, así como un breve acercamiento a las situaciones político-económicas que se daban durante la Guerra de la Independencia Española.





B) Resumen de la información encontrada


La Batalla del Bruch está conformada por dos refriegas de distinta fecha: 6 y 14 de junio.
Días después de la revuelta del 2 de mayo, y la respuesta por parte del ejército francés el día 3 del mismo mes, se produce la primera batalla. El ejército invasor pretendía llegar a Manresa, para ello necesitaba atravesar las escarpadas montañas de Montserrat, abriéndose paso por la localidad del Bruch.
3800 hombres componían la comitiva francesa mientras unos 2000 españoles venidos de municipios cercanos a la zona aguardaban apostados en los lugares más estratégicos del lugar.

Los hechos que acontecieron se pueden ver desde varios puntos de vista, nosotros concretamente lo veremos desde este: Varios pueblos vecinos defienden sus vidas y a los suyos, todos juntos frente al enemigo común, Francia en este caso.
Estatua conmemorativa de la localidad del Bruch.
Como en la mayoría de sucesos en la Guerra de Independencia se han levantado rumores y leyendas que realmente no se sabe con certeza que es ficticio y que parte de real tiene dicha historia.

En este caso hablaremos de un hecho acontecido en las montañas de Montserrat en la localidad del Bruch. El hecho se remonta al 6 de junio de 1808, un mes después de la revuelta del 2 de mayo que Goya plasmó.
Como dato diremos que el somatén fue una brigada parapolicial fundada en Cataluña con el fin de proteger la tierra en cada localidad.

El ejército francés planeaba llegar a Manresa a través de esta zona, donde más tarde iniciaría una toma de Zaragoza y Valencia. Para ello Napoleón envió a tres mil ochecientos hombres comandados por el General Schwartz. El plan era atacar el día 5, sin embargo una gran tormenta aplazó la incursión, hecho que sirvió para correr la voz de pueblo en pueblo dando tiempo para que sus habitantes se preparasen para la batalla.

Se cuenta que en la vanguardia del ejército francés se encontraba la caballería quienes al pasar por un frondoso tramo del trayecto, recibieron una batería de disparos que les hizo retroceder y perder un importante número de hombres. Este hecho quizá pueda ser catalogado como la primera emboscada de la Guerra de la Independencia.

El general del ejército invasor al ser sorprendido de esta manera, mandó embestir con todo lo que tenía haciendo retroceder, por momentos, a los primeros pueblerinos. Esta huida duró poco tiempo pues la llegada de nuevos paisanos a la zona del conflicto fue un soplo de moral. Es entonces cuando llegan varias columnas de españoles, una de ellas es la formada por unos 60 hombres de la localidad de Sallent capitaneados por José Vinyes, el hijo del alcalde.

Otro caso, quizá el más transcendente de todos, fue la llegada del somatén de Sampedor con más de 100 hombres bien armados que nada más llegar al lugar donde estaban apostados los franceses abrieron fuego excitando, con su directo y brusco efecto, a sus compañeros de batalla que a su vez escuchaban la grave voz del tambor que acompañaba a ese improvisado regimiento y que le daba un falso halo de maestría y profesionalidad, retumbando en las montañas, moralizando a unos y rompiendo a otros.

La acometida fue brutal, inesperada. Tanto que la columna francesa comenzó a tambalearse al son del tambor que repicaba en las escarpadas peñas y que, como los franceses creyeron, debían provenir de un ejército regular. Nada más lejos de la realidad.

Esta crítica situación ni siquiera permitió a Schwartz emprender una retirada organizada, el ejército huyó despavorido temiendo un número de oponentes mucho mayor del que en realidad existía. El general del bando francés trató de detener aquella estrepitosa huida acompasada por el vocerío, las cuchilladas y los disparos de aquella masa pueblerina que les perseguía enfurecida. Algunos soldados cayeron despeñados, otros acribillados a balazos mientras se intentaban reestructurar. Más que una retirada se trataba de una fuga dejando tras de sí cañones, fusiles y mochilas. El ejército francés se vio obligado a atravesar el pueblo de la Esparraguera donde la gente arrojaba desde los tejados cuanto hallaba a mano.

En el lugar existe una escultura con aquel tamborilero con una inscripción que reza: Viajero, para aquí, que el francés también paró, el que por todo pasó no pudo pasar de aquí.




C) Evaluación de las fuentes

He buscado fuentes históricas intentando que fuesen lo más objetivas en la medida de lo posible, con el fin de recrear fielmente los acontecimientos sucedidos en la localidad barcelonesa del Bruch y mostrar la mayor amplitud de versiones posible.

Principalmente me he centrado en las fuentes escritas coinciden casi unánimemente en que existió un tamborilero, más concretamente hablan de un tamborcillo de Sampedor llamado Isidro Llusá, y de otro de Igualada denominado Benito Malvehí, así como de un vecino de Piera de nombre Miguel Rigol, que había sido trompeta de Caballería, los cuales, con sus respectivos instrumentos, animaron a los combatientes en aquella acción honrosa.

Sin embargo no todos coinciden en su influencia durante el transcurso de ambas batallas. Por un lado tenemos a los historiadores como Olegario Miró, Celestino Pujol y Camps o Antonio Vila, que se inclinan por dar una visión más heroica de la batalla y quienes afirman que el sonido del tambor retumbando en las montañas del Bruch propiciaron una explosión en la moral de las gentes del Bruch, quienes embravecidos por el brutal estruendo acabaron con el dominio y la superioridad invasora, forzando una caótica retirada que causó un gran número de bajas para el bando francés.

Por otro lado se postulan autores como Antonio Carner principalmente, que achacan la victoria local a varios factores. El principal factor fue el conocimiento del enclave geoestratégico, la gente de la zona era buena conocedora del terreno, lo que fue clave para arrinconar a los franceses e incluso despeñarlos por las abruptas gargantas de la sierra. También señalan que existía una predisposición de odio contra todo invasor, más aún con un ejército tan lujoso y abundante como el francés, este hecho encolerizaba a la gente, campesinos en su mayoría, que no dudaron en apoyar la defensa de lo propio.
Por otra parte coinciden en la existencia del tamborilero, ya que también existen fuentes francesas que lo corroboran, sin embargo, como indica Lafaille en sus memorias de Cataluña, Schwartz ordenó la retirada en el momento que oyó las campanadas de las iglesias que alertaban a todos los alrededores de lo que allí acontecía.


También existe un largometraje: El Tambor Del Bruch, del año 1947. La película relata los acontecimientos del Bruch como una hazaña honrosa y una gesta histórica emprendida por un joven tamborilero que logra vencer a los franceses, insisto en que es una versión idealizada de los acontecimientos.

D) Análisis

Este enfrentamiento deriva de la Guerra de la Independencia Española que surge a raíz de la imposición del reinado de José Bonaparte en la península, que generó descontento e indignación entre las masas populares y propició un alzamiento contra el gobierno invasor. Esto puede verse como un antecedente que dio lugar al desarrollo de la identidad nacional española y una unión general en contra del enemigo común.

Cabe destacar que durante la guerra España tuvo apoyos militares de parte de Inglaterra en gran medida y Portugal quienes veían como una prioridad detener el progreso y las conquistas de Napoleón. Francia, por su parte, contaba con una gran variedad de compañías y batallones procedentes de las élites de los países que ya estaban bajo su control como los Mamelucos o la Caballería Polaca que participó en la batalla del Bruch.

Ambos bandos libraron una cruenta guerra que convulsionó la España de principios del XIX y acabaría con el apogeo del imperio napoleónico.

Es por ello que me he querido basar el relato de los acontecimientos del 6 y el 14 de Junio de 1808, porque simbolizan el inicio del conflicto armado que se desarrollo en la península y vino a significar la primera derrota de napoleón a manos de guerrillas que se hacían fuertes gracias al conocimiento de territorio y al aferrarse a la vida combatiendo.

Todos los autores a los que he recurrido muestra una visión de una España retrasada al resto del continente, una vieja potencia en un claro declive tal y como se reflejaba en la propia Familia Real. Carlos IV y su hijo Fernando VII se odiaban mutuamente, ya que el hijo ambicionaba el trono de su padre y estaba dispuesto a conseguirlo a toda costa. Este hecho quedó plasmado durante su secuestro en Bayona por parte de Napoleón donde según fuentes cercanas se sucedieron violentos cruces de palabras y deshonrosas situaciones entre padre hijo que explicaban la delicada situación política y económica que sufría España.

En Francia acontecía una situación totalmente distinta, la revolución social había cuajado por completo y Napoleón Bonaparte gobernaba con solvencia cada vicisitud que acontecía en el país. En esta época, Francia comenzaba a ser una gran potencia emergente y ya controlaba gran parte de Europa gracias a las genuinas estrategias militares de Napoleón.

Sin embargo, los acontecimientos del Bruch cayeron como un jarro de agua fría sobre Francia. La invencible caballería polaca había sucumbido ante un puñado de campesinos. De todos modos, Napoleón pensó que tan sólo era un pequeño tropiezo durante el camino al corazón español, éste subestimó al país pensando que podría retirar alguna tropas de España para llevárselas a la frontera rusa donde le esperaba el ‘’general invierno’’ impidiendo el avance y creyendo que aún le sobraría para conquistar ambas zonas del continente. Tal y como se fueron sucediendo los acontecimientos, napoleón se iba sintiendo más golpeado contra el muro de la resistencia española.

A comienzos de 1814, Napoleón ve que es incapaz de luchar en dos territorios a la vez y negocia con Fernando VII una neutralidad entre ambas naciones, la restitución de la corona en Fernando y una retirada pacífica de las tropas francesas. Esta derrota que a la postre vendría a suponer una caída del mandato de Napoleón había sido provoca y advertida por la primera derrota francesa en territorio español: las batallas del Bruch.


E) Conclusión
La localidad de Bruch ha tomado lo que fue algo más que una anécdota como una gesta que realmente si se dio, el pueblo ganó al ejército francés, sin embargo el tamborilero no fue más que un signo representativo que sirvió para enaltecer los ánimos y para caracterizar la batalla con un rasgo más particular, pero los motivos reales de las retirada francesa están más orientados al número de bajas que al repiqueteo de las montañas.
Se puede afirmar que este hecho es uno de los muchos antecedentes que, a posteriori han fomentado el nacionalismo catalán. Por tanto es importante recalcar que esta gesta no es tan secundaria como en principio parece, nada más lejos de la realidad, refleja un símbolo para Cataluña, haciéndose un hueco en las tradiciones y reivindicaciones de la Comunidad Catalana.




Bibliografía
- Carner, Antonio. Leyenda e historia de las batallas del Bruch: las batallas de 6 y 14 de junio de 1808 no fueron acciones espontáneas del paisanaje en armas. En: Revista de historia militar. N.12(1963), p.73-89. pág,s. 77-78. Citado por Priego Lopez en op. cit., tomo 2, pág. 103, nota 113.

- Priego López. Historia de la Guerra de la Independencia. Tomo 2, pág,s. 102-106.

- Gómez Arteche. Historia de la Guerra de la Independencia. Tomo 2, pág,s. 86-94.
- Carner, Antonio. Los treinta días del mes de junio de 1808. Publicaciones del Ayuntamiento de Igualada, año 1963, pág. 8. Citado por Priego López en op. cit., tomo 2, pág. 102, nota 112.
- Pujol y Camps, Celestino. Vila, Antonio. Miró, Olegario. El tambor del Bruch, las batallas de 6 y 14 de Junio.

- Vellón Cortina, Octavio. Artículo Aquel Joven Valiente. Blog de historia http://elseptimodecaballeria.wordpress.com/, edición 1ª.

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